jueves, 4 de septiembre de 2008

Comienza hoy la temporada de caza mayor que se cerrará en febrero

Para los aficionados a la caza del jabalí, el año tiene solamente dos estaciones de seis meses cada una: La de veda y la que se caza. Hoy comienzan esos seis meses en los que las cuadrillas podrán disfrutar de su afición, aunque lo mejor suele llegar con los meses más fríos del invierno.

Estas primeras semanas sirven, sobre todo, para matar la 'txirrinta', porque las altas temperaturas, lo seco que está el monte y la baja forma física de los perros - también ellos mejoran según avanza la temporada, como los futbolistas - hacen que los 'resaques' sean más cortos y que muchos de los jabalíes que entrarán con el invierno aún estén tranquilamente en otras zonas. Después llegará octubre y la afición a la paloma hará que muchos de los integrantes de estas cuadrillas prefieran aprovechar los pocos días buenos que suelen darse para la torcaz, aunque si hace mal tiempo en jueves, sábado y domingo se suelen montar batidas muy interesantes. Leyes parecidas La ley no presenta novedades importantes este año. Se mantienen los meses de septiembre y febrero, en contra de la opinión de algunos cazadores que piensan que cuatro meses son suficientes y que tanto en septiembre como en febrero se matan muchas marranas ya preñadas. Lo cierto es que el jabalí cría según la comida disponible y las reservas de grasa, con lo que pueden encontrarse hembras con crías en cualquier época del año, pero sí que existe una preocupación creciente por conservar la biomasa de jabalí en Navarra y que la población no descienda. También hay que decir que esta población aumentó sensiblemente hace unos años y que no es menos cierto que necesita un control para no expandirse y crear problemas en carreteras y agricultura principalmente. Seguridad Sin embargo, lo que más debe preocupar a los cazadores es lo referente a la seguridad. Todos los años se registran muertos y accidentes graves por disparos en batidas de caza mayor y también sucederá este año. Sin embargo hay varias medidas que de respetarse ayudarían a que esto no sucediera en el futuro. Por ejemplo, los cartuchos de postas, prohibidos y muy peligrosos. A corta distancia pueden suponer una ventaja para el cazador, pero a pocas decenas de metros un disparo supone regar con nueve balas 'locas' el monte. La visibilidad también es importante. La obligatoriedad de llevar puesto el chaleco naranja aún cuesta ser aceptada por parte de algunos y es algo que no supone una desventaja en el lance. En el caso de los perreros es imprescindible. Incluso una gorra naranja, aunque no sea obligatoria puede ayudar a salvar vidas. Lo peor suelen ser las 'posturas' en línea, en la trayectoria de disparo. El primer tiro es fácil de controlar, pero al doblar el tiro muchas veces se pierde la referencia respecto al compañero. En pistas y cortafuegos siempre de espaldas al resaque, para que cuando salte el bicho ya haya ganado un par de segundos y metros para superar la línea de peligro. Y por supuesto, no tirar hasta no identificar la pieza y la trayectoria de la bala: no se puede disparar hacia cualquier sitio, una mata que se mueve, por ejemplo. A veces los nervios juegan malas pasadas a los tiradores noveles, aunque también los veteranos pueden equivocarse en un lance de caza. Lo principal es no ponerse nervioso y saber que es mucho mejor que se escape un jabalí entre dos 'posturas', que estar dos compañeros en peligro. O que se vaya un bicho por no tener tiempo para tirar, antes que disparar a un perro o un compañero. Es necesario estar tranquilo y no olvidar que todo el mundo falla, a todos se les escapa más de un jabalí, que al fin y al cabo es una afición y lo importante es disfrutarla en buena armonía y sin sustos.

Fuente: Diario Vasco

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