jueves, 16 de octubre de 2008

Días de mucho, vísperas de nada

La apertura de la temporada general de caza vino precedida de tres días de paso de aves migradoras que no se quedaron a esperar la primera jornada de caza hábil en el territorio vizcaino.


VER para creer. Ni los más mayores de la modalidad recordaban el pase de paloma que se registró en Bizkaia y las zonas nortes de las líneas de paso burgalesas el pasado sábado. Algún veterano cazador de más de 80 años no recordaba que un 11 de octubre hubiera pasado tal cantidad de palomas por estos lares. Y es que, mediada la mañana del sábado y gracias a las rachas de viento del sureste, cientos de bandos emprendieron su marcha, previsiblemente desde tierras francesas, para adentrarse en el interior peninsular ibérico. Aunque esta vez eligieron además asomarse al Cantábrico para adentrarse por Bizkaia, Gipuzkoa y Cantabria.

Si estas fechas suelen ser más proclives con vientos del norte para las tierras altas navarras y por debajo de los Pirineos para el viaje de los bandos de pájaros azules, las rachas de aire sudeste parecieron empujar a los bandos, de mediano y pequeño tamaño y, según avanzaba el día, en mayores concentraciones, hacia las mesetas castellanas.

Curiosamente, y por ejemplo en la zona del Abra, a mediodía del sábado no se dejaban ver bandos de palomas, pero éstos estaban pasando sobre nuestros cielos y llegando a puestos de las zonas del norte de la provincia de Burgos, como en las líneas de Peña Angulo o en Orduña. Gracias a los teléfonos móviles, pronto se cruzaron las llamadas de aviso para delatar la presencia de tantas palomas al mediodía, también presentes por otros pagos guipuzcoanos y alaveses, en su ruta otoñal hacia el Sur.

Seguramente el viento sureste, moderado y fuerte por rachas, empujó a los pájaros a bordear las zonas donde podían avanzar con menos dificultad. Y es aquí donde muchos de los puestos buenos se convierten en desastre y, por el contrario, los bandos se presentan en puestos a priori no tan querenciosos, justo por donde menos se les espera, en función de las corrientes de aire y de los vientos de la jornada. Eso sí, la apertura de la temporada general en la CAV no se produjo hasta el domingo, aunque las diferentes y numerosas líneas de pase tradicionales habilitadas en los tres territorios sí que pudieron disfrutar de esas horas de "movimiento", aunque tuvieran que esperar a mediodía y las primeras horas de la tarde.

MALVICES
Dos días antes, la más pequeña de las aves cazables legalmente en España comenzó su viaje migratorio otoñal cruzando los cielos vascos, dando constancia de que algo comienza a moverse en los cuarteles del centro y norte europeos. El jueves 9, numerosos bandos de zorzales del país cruzaron desde antes del amanecer, descubriendo su llegada con su peculiar canto. Las primeras luces ratificaron su pase, aunque la mayoría a distancias lejanas en altura a las escopetas de las líneas de puestos tradicionales habilitadas tanto en Bizkaia como en Gipuzkoa. A media mañana se cortó la racha de malvices, pero después de pasar unos cuantos efectivos. El viernes 10 se volvió a repetir la entrada de malvices, esta vez con más efectivos y a todas las alturas, lo que permitió mayores capturas que la víspera, mientras que los que carecen de puesto se quedaron apretando los dientes en espera de la apertura general de la temporada, el domingo. Precisamente una jornada en la que se cortó el paso de aves, quedando algunas contadas malvices que no llenaron las expectativas generadas los días anteriores. Y encima, esta semana la bruma y la niebla han copado muchas líneas de puestos.

Menos mal que aún queda mucho octubre por delante y las esperanzas se mantienen intactas para poder disfrutar de más y mejores días de pase.
J.ATXA

Fuente: DEIA

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