lunes, 22 de junio de 2009

Cazadores, pescadores y ecologistas

Ayer se celebró la XVII edición de la Fiesta del Cazador y Pescador de Euskadi. En las campas de Zumeltza de Dima, alrededor de 100.000 asistentes disfrutaron de diferentes actividades y reivindicaron la caza y la pesca frente a sus detractores.


EN la zona alta de Dima, donde reposan las campas de Zumeltza, se respira aire puro. La hierba es perfecta, como una alfombra verde que invita a pasear descalzo y disfrutar de las preciosas vistas: la rugosa orografía vasca, cubierta de frondosos bosques oscuros. Es una estampa que no deja indiferente. A esto hay que sumar que la localidad se prepara para las fiestas patronales -San Pedro, el próximo 29 de junio-, y la pancarta de Dima Jaietan te indica que vas por el buen camino. Pero no fueron las fiestas patronales las que nos llevaron a Zumeltza, sino la Fiesta del Cazador y Pescador, que ayer celebró su XVII edición bajo la organización de ADECAP -Asociación para la defensa del cazador y el pescador-.

El ambiente que se respiraba era excepcional, y el tiempo acompañó como nunca: ni una gota de agua, y un sol precioso que de tanto en cuanto se escondía para no achicharrar al personal. Perfecto. La gente estaba en su salsa, pero no olvidaban que detrás de todo aquello había una reivindicación: el respeto y reconocimiento de la figura del cazador y el pescador.

Una reivindicación legítima
Entre txosnas, expositores, exhibiciones de galgos, águilas, burros... a las 12:00 horas todo se paró para escuchar a Txelis Fernández, José María Usarraga y Juan Antonio Sarasketa; presidentes de la Federación Vasca de Pesca, de la de Caza y de ADECAP, respectivamente.
Los tres tenían mucho que decir, y los allí presentes deseaban sentir el apoyo que proporciona la unidad. Los tres discursos estaban cargados de razones y de sentimiento, pero quizá el de Sarasketa, responsable de que en 17 años esta gran fiesta no haya dejado de crecer, fuese el más representativo. Sarasketa es un hombre cercano, que habla con sentimiento, desde el corazón, y cuando esgrime razones de peso, no hay quien le pare. Saltan chispas. Quienes le escuchaban no paraban de aplaudir. "Aquí el cazador se siente cazador", decía uno de los presentes.

"Con el nuevo Gobierno vasco" dijo Sarasketa, "debemos trabajar como con el anterior, porque aún hay retos que abordar". Y es que el Ejecutivo de Ibarretxe había iniciado una nueva ley sobre caza y pesca que, en opinión de Sarasketa, no se bloqueará por el cambio de gobierno ya que "era muy consensuada".

Las cláusulas "abusivas" por cazar y las "agresiones" a la agricultura por parte de quienes gobiernan son unas de las principales quejas de este colectivo. "El cazador vasco es respetuoso y modesto", proclamó convencido Sarasketa.

Entre los allí presentes se encontraba Isaac Jimeno, criador de halcones y gran amante de los animales, quien ofreció una preciosa y exitosa exhibición de cetrería. En declaraciones a DEIA, ratificó el "generalizado respeto a la naturaleza" de quienes practican la caza y la pesca, y arguyó, tajante, que "para que haya un buen equilibrio medio ambiental tiene que seguir habiendo cazadores".

Jimeno, un hombre que lleva 9 años dedicado en cuerpo y alma a la cría de animales, siempre intenta transmitir el amor por estas criaturas en sus exhibiciones, y así lo hizo ayer también: tras las demostraciones de caza con halcones, liberó las presas y les dio libertad.


Amor por la naturaleza
Si hay una característica representativa de este colectivo es el amor por la naturaleza. A la hora de comer, entre tintos, rosados y un acertado menú a cargo del restaurante durangarra Txantonesa, los asistentes al evento intercambiaban impresiones. Amaia Divasson, familiar de cazadores aunque no practicante, recalcaba que "son los propios cazadores quienes más desean cuidar la naturaleza y terminar con el furtivismo". Sobre el evento, indicó que "lo más bonito es que un grupo de gente tan plural se junte bajo la misma bandera: defender la caza y reivindicar su amor por la vida salvaje".

Mikel Zapiain, cazador donostiarra con experiencia, subrayó que "lo que hay que conseguir es una licencia única en todas las comunidades, y no que cada cual vaya por su lado". Y por su parte, el durangarra Aitor Etxezarreta, quiso dejar claro que "es la polución y la falta de respeto hacia la naturaleza la que acaba con ella, no la caza controlada".

Unos de los protagonistas de la jornada fueron los representantes de ADECAP Gazteak, las juventudes de la asociación. "Ellos son el futuro y tienen mucho ímpetu" dijo un veterano. Mikel Barrios y Edu Sarasketa, miembros del gazteak, recordaban cómo el año pasado "ecologistas radicales" quisieron aguar la feria con proclamas contra la caza. "Ecologistas somos nosotros, pero esos que no escuchan nos tachan de carniceros" declararon. "Hay veces que vas de caza, paseas a los perros, respiras aire puro y no disparas ni una vez, porque no has visto lo que buscas. No tiramos a todo lo que se mueve sin pensar".
Lo que ayer quedó claro es que los cazadores viven la naturaleza como pocos lo hacen. Y también que esta práctica hay que legislarla, para evitar excesos; que dicho sea de paso, suelen ser cometidos por gente que ni son cazadores ni son nada.

Fuente: DEIA

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