sábado, 25 de julio de 2009

La batalla de las armas no bélicas se debate en el Congreso de Madrid

El debate sobre la producción y comercialización armera eibarresa de rifles, escopetas de caza y tiro deportivo de uso no bélico está en el Congreso de los Diputados de Madrid.

Las trabas y dificultades a las que se enfrentan las empresas vascas para la comercialización en el exterior de armas de uso no bélico -un sector que se concentra sobre todo en la zona de Eibar- ha llegado hasta el Parlamento de Madrid a través de varias interpelaciones que ha realizado José Ramón Beloki, diputado del PNV. Desde la Asociación Armera reconocen que una docena de empresas del entorno, Eibar, Elgoibar o Zaldibar pueden verse afectadas por estos problemas que se están dando a la hora de poder exportar las armas que fabrican hacia otros países. El problema se concentra, fundamentalmente, en el País Vasco, ya que hay empresas de Vitoria o de la zona de Vizcaya que también se encuentran implicadas en este problemática a la hora de sacar sus productos al exterior. Tanto desde este partido como desde la Asociación Armera, con sede en Eibar, aseguran que la rígida aplicación de la actual reglamentación tendrá consecuencias «fatales» en la industria armera del entorno de la comarca del Bajo Deba. «Si no se eliminan los actuales obstáculos para la comercialización exterior de este tipo de armas, los clientes acudirán a empresas de otros países, en los que tienen la misma normativa, pero que se aplica de forma mucho más flexible», aseguran Beloki. El origen del debate se encuentra en un protocolo de Naciones Unidas, firmado por medio centenar de países -España entre ellos- para evitar la proliferación de armas de fuego y que aplica numerosas restricciones y controles para el movimiento de armas de fuego. Esta propuesta, impulsada desde colectivos pacifistas, tiene su punto de lógica para efectuar un control estricto sobre el tráfico y compra-venta de armas destinadas al uso bélico. Pero no tiene fundamento si se refiere a rifles, escopetas de caza, armas antiguas o de uso deportivo, de uso no bélico. Curiosamente, países como Francia o Estados Unidos no suscribieron este protocolo y, por tanto, no están obligados a aplicar este reglamento. La realidad es que la legislación se está aplicando aquí, en España, es igual para todo tipo de armas, desde tanques y ametralladoras hasta las armas históricas de avancarga o las de tiro deportivo. Otros países siguen la reglamentación, pero realizan excepciones y son sensibles a la hora de valorar si se trata de un arma que puede utilizarse en un conflicto o, simplemente, se trata de un arma para la práctica deportiva. Las empresas eibarresas y de la zona se están encontrando con numerosas dificultades burocráticas y administrativas a la hora de hacer frente a los pedidos que les llegan desde otros países. Por ejemplo, para reparar una escopeta que habían elaborado con anterioridad para un cliente americano (o de cualquier otro lugar del mundo), las armerías tienen que pedir primero una licencia de importación para traer el producto y, después, una vez de efectuado el trabajo de arreglo, se ven obligadas a solicitar un nuevo permiso, pero esta vez de exportación. Consecuencias Son dificultades que retrasan todos los proceso y que, a la larga, tendrán consecuencias para la industria armera porque, según opinan los implicados, los clientes optarán por solicitar el trabajo a empresas de otros países que no ponen tantas pegas a la hora de realizar las tramitaciones. Marta López, responsable de la Asociación Armera, asegura que «si ponen tantas trabas, acabaremos sufriendo las consecuencias y sobre todo, en el servicio técnico de arreglo de armas. No puede ser que a un cliente no podamos devolverle una escopeta de caza en seis meses por toda la tramitación burocrática que tenemos que cumplimentar. En ese tiempo se le ha terminado la temporada de caza y ya no le interesa», explica López. «Si no somos capaces de dar un servicio técnico ágil dejaremos de ser competitivos», concluye la representante de la Asociación Armera. Más flexible El testigo de esta reivindicación ha sido recogido por el grupo parlamentario del PNV, que lleva más de un año 'batallando' para que la reglamentación existente se aplique «de una forma más razonable». «Nadie pide que las exportaciones de armas se hagan sin control, sino que se realicen de una forma más flexible y que no afecten a este tipo de empresas de fabricación de armas no bélicas», asegura José Ramón Beloki. El diputado del PNV ha presentado varios escritos en el Congreso de los Diputados de Madrid, aunque su éxito, por el momento, ha sido escaso. «Parecía en un momento que habíamos llegado a un acuerdo, pero la verdad es que por el momento no se ha hecho nada todavía», indica Beloki.

Fuente: EL CORREO

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