domingo, 11 de abril de 2010

Becadas, el largo camino a casa

Nuestras últimas becadas abandonan estos días los bosques de la Península de vuelta a casa, hacia el extremo norte de Europa donde nacieron. Allí anidarán y pasarán el verano antes de volver a cruzar los Pirineos el próximo otoño.

El Club de Cazadores de Becada mantiene activo el proyecto científico Scolopax Sin Fronteras de seguimiento mediante radiotelemetría vía satélite con cinco nuevas becadas equipadas en las últimas semanas. Karelia, la primera en abandonar sus cuarteles de invierno en Cantabria, descansa en Francia tras hacer escala cerca de Zumarraga. Voló 533 kilómetros en una noche, desde Gipuzkoa hasta el centro del país vecino.


La becada, Scolopax Rusticola, es una especie misteriosa, 'la dama del bosque' la llaman. Es un pájaro de unas características morfológicas y unos hábitos que lo hacen tremendamente especial. Curiosamente es un animal tan perseguido como poco estudiado. Todo en la becada es una incógnita. Cada nuevo estudio, cada descubrimiento, sorprende tanto a investigadores como a cazadores, que en zonas como Gipuzkoa han convertido la modalidad en la más prestigiosa. Es cierto que hoy se sabe más de esta especie, pero cada nuevo paso, cada sorpresa, obliga a reconocer que aún estamos a años luz de desentrañar sus secretos. Una zancuda especial, de hábitos nocturnos, con grandes ojos ubicados de tal manera que le permiten una visión periférica de 360º y un gran pico con capacidad sensitiva. Le llaman 'la sorda' ('Ollagorra'), aunque no lo es, una especie vulnerable en cuanto pone sus tres o cuatro huevos en la tierra, al alcance de cualquier predador, pero con una habilidad para la supervivencia que asombra a cuantos se acercan a su mundo.

El Club de Cazadores de Becada es más que una asociación cinegética. Con cerca de mil miembros repartidos por toda la geografía española, destina prácticamente el cien por cien de su presupuesto a actividades de carácter científico y divulgativo. Su proyecto estrella, sin duda, es el seguimiento de becadas mediante técnicas de radiotelemetría vía satélite. El proyecto Scolopax Sin Fronteras fue el primero a nivel mundial en culminar con éxito el seguimiento continental de un ave de menos de 350 gramos de peso. Incluso para los ingenieros de Microwave Telemetry Inc, en Maryland, el proyecto que les propuso el CCB a través de Joseba Felix Tobar-Arbulu presentaba más dificultades que esperanzas. Había que conseguir un emisor de menos de 15 gramos, que funcionara con placas solares, en un ave que vive de noche y en la espesura del bosque. Tras el primer éxito, en el año 2.006, el CCB y MTI se volcaron en un desarrollo que ha colocado emisores vía satélite a catorce becadas en cuatro años, mejorando la tecnología y la colaboración hasta el punto de que los prototipos de MTI (la empresa líder a nivel mundial ) vuelan en nuestras becadas. De los 14 gramos iniciales, los nuevos emisores han adelgazado hasta los 9,5 y ahora se espera una nueva tecnología GPS que podría estar disponible en poco tiempo.

Precisión

La precisión de estos aparatos ha conseguido una información preciosa. Han demostrado que la becada es un ave capaz de volar a través de Europa, en pleno invierno y de noche para llegar a sus lugares de cría o invernada con una precisión milimétrica. Las becadas marcadas por el CCB han volado hasta superar los 18.000 kilómetros en casos concretos, como la ya mítica 'Navarre', acertando en el mismo bosque ruso en verano y en el mismo lugar de Aralar en invierno, año tras año, en viajes de 3.750 kilómetros.
Es un comportamiento que se ha repetido en otras becadas marcadas mediante estos emisores y que asombran por la dificultad de orientarse en condiciones extremas y la querencia demostrada por estas aves.

Los últimos hallazgos
Pero hay más datos al respecto. El biólogo del Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos de la Universidad de Castilla la Mancha Irec, José Luis Guzmán, ha realizado este año en Euskadi un seguimiento de becadas mediante radiotracking o telemetría terrestre. Los datos que adelanta su trabajo son asombrosos.
Un ejemplo. Este año se han registrado tres nevadas especialmente intensas, en los meses de diciembre, enero y febrero. De las ocho becadas marcadas en una zona concreta de Álava, en cada nevada se ha repetido el mismo comportamiento. Cuatro salían inmediatamente buscando los valles más bajos, hacia la costa. Una más esperaba unos días y al final se marchaba. Y las tres restantes aguantaban la nevada en su lugar de acantonamiento de invierno. Cuando la nevada remitía, la última becada en irse, la indecisa, era la primera en volver y lo hacía exactamente al mismo lugar del que salió. Posteriormente volvían las otras cuatro. También a sus lugares con la misma precisión.

Ha sucedido en las tres nevadas y con los mismos individuos. Impresionante, dicen los especialistas. En esta investigación y por primera vez en la Comunidad Autónoma Vasca se emplearon medios aéreos para localizar las becadas cuando la nieve les obligaba a buscar zonas de refugio.
El piloto Jorge Capdequi de la empresa Easoflyers llevó a los científicos en dos vuelos, consiguiendo localizar buena parte de las becadas 'extraviadas' en pleno temporal. Fue una colaboración excelente.

DIARIO VASCO

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