lunes, 6 de septiembre de 2010

BRAMA

Continúa la temporada codornicera con capturas aceptables en muchos lugares como en el valle de la Bureba (Burgos) pero en breve, y con las primeras lluvias, sonará en la sierra el ronco bramido del ciervo erguido en sultán del 'picadero'.

Los machos están en plenitud de poder y arrogancia mostrando toda la fuerza de las cuernas. Es la brama o berrea, momento en que los ciervos entran en celo, descuidando su alimentación para reunir al máximo de hembras en su harén. Enardecidos por las pasiones, no dudarán en enzarzarse con cualquier galán que pretenda quitarle una sola hembra del rebaño. De producirse la pelea, el choque de las cuernas hará un ruido a modo de madera que se golpea, oyéndose muy lejos del lugar. Puede suceder que durante el forcejeo las cuernas queden fuertemente enzarzadas y los ciervos no puedan separarse, muriendo de inanición al cabo de días de sufrimiento.

La práctica de la caza durante esta época tiene un carácter eminentemente selectivo, al pretender el cazador hacerse con el gran macho que ha entrado en regresión a falta de grandes predadores y para evitar problemas de consanguinidad. El cazador ejerce de regulador del equilibrio ecológico. Al menos ésta es la teoría correcta. Luego, en el monte, no suele ser fácil llevarlo a efecto, ya que a algunos una cabeza medianeja después de un buen jabón de varias horas les parece medalla de oro.

De ahí que para hacerse con ese gran trofeo, que sabe más de campo que una docena de pastores, hay que sudar la camiseta un día sí y otro también, peinando el monte con los prismáticos en silencio absoluto e interpretando lo que nos susurra el viento y nos dice el movimiento de las aves. Anticipación y dominio del arte del acercamiento, dos facetas que debe desarrollar a la perfección un buen recechista. Anticipación para localizar el animal sin ser visto -el harén que lo rodea suele llevar las orejas bien tiesas- y poder ejercer este difícil arte del acercamiento. ¿El resto? Aunque con la captura del animal finaliza el lance, en principio el momento del disparo es secundario.
J.A.SARASKETA

EL CORREO

No hay comentarios: