viernes, 21 de septiembre de 2012

Otra media veda más para olvidar

La media veda en Bizkaia acabó el pasado domingo 16 con un escaso bagaje de capturas de la tórtola, principal protagonista de esta época, y donde las condiciones climáticas no aparecieron para que la más pequeña de las palomas hiciera acto de presencia en nuestras costas y nuestros bosques.

Especialmente en las fechas de alrededor de los "andramaris", en las que las noches despejadas de nubes y nieblas en el interior seguramente empujaron a las palomas que quisieran pasar a seguir en su tránsito hacia al sur, dejando boquiabiertos a varios miles de cazadores de a pie que, a pesar de todas las inconveniencias, siguen practicando esta modalidad.

Las altas temperaturas con vientos del sur, o los aires del norte, con cielos cubiertos y mejor aún con "sirimiri" suelen conjugar la fórmula más eficaz para que haya palomas, pero este año no ha habido esas condiciones. Con todo, sí que ha habido algunos días en Bizkaia en que se han visto tórtolas, pocas, pero se ha constatado su llegada. Así, según nos informan algunos forofos de la especialidad, como el erandiotarra Jesús Ortiz, se vieron algunas tórtolas varios miércoles seguidos, como los días 29 de agosto y el 5 de septiembre, que también hubo algunas pernoctando en los arbolados, y luego el miércoles día 12, aunque los intensos chaparrones continuados desde primeras horas de la mañana hicieran desistir a la mayoría de cazadores a seguir en el monte.

Asimismo se dejó ver alguna paloma más el jueves 13, con algo mejor tiempo, aunque fuera con vientos del noroeste. Pero de seguido volvieron los cielos despejados con un anticiclón y para el último el fin de semana hábil, este pasado, ya no se vieron más tórtolas. Seguramente los chubascos del martes, por las fechas en que estamos, propiciaron más pájaros, pero ya en veda.

Otro desastre que aparecía prácticamente cantado era la temporada de codorniz, gracias a la sequía que domina casi toda la península Ibérica, y en especial las tierras castellanas, el principal foco de actividad cinegética en esta época para muchos miles de cazadores vascos que emigran cada año con sus perros en busca de la pequeña migradora africana. El chasco fue mayúsculo desde la primera jornada, donde salvo contadas excepciones, la mayoría de cazadores se volvía a casa sin llegar a capturar ni la media docena de pájaros, que hablando de codornices y del primer día, resulta más que desalentador.

Una inmensa mayoría de campos de cereal cosechados muchas semanas antes, hasta dos meses en las zonas castellanas más al sur, junto la falta generalizada de rastrojos de paja y la implacable ausencia de humedad, imposibilitaron la presencia de la cotúrnida. Sin quitar que algunos tuvieran zonas "mimadas" en sus acotados, sobre todo en las partes más al norte, y que lograran algunas capturas más que aceptables, pero que en conjunto no reflejan la pésima media veda de codorniz padecida en general. Se trata además de unas jornadas en las que el perro se convierte en el principal protagonista, pero con estas condiciones resulta difícil sacar partido a lo que el mejor compañero ofrece con su pleno esfuerzo.

También hubo muchos cazadores que después de un par de salidas guardaron la escopeta en espera de la apertura de la temporada general, que llegará el próximo 12 de octubre a Euskadi y donde las sordas serán las que ocupen tanto a perros como a sus dueños a partir de entonces, porque la perdiz en Araba y Nafarroa se abrirá el 1 de noviembre. Entre medias, y hasta que llegue la desveda general, queda el apasionante paréntesis que siempre supone la caza desde las líneas de pase de aves migratorias, más intenso sobre todo en la segunda mitad de octubre, cuando nos visitarán millones de zorzales y palomas procedentes de tierras europeas. Porque de la media veda, mejor pasar página cuanto antes en espera de tiempos mejores.
J.ATXA

DEIA

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