sábado, 13 de julio de 2013

La salud del mejor aliado, a punto

Justo hoy dentro de cinco semanas será el jueves 15 de agosto, que de mantenerse la fecha en el calendario de vedas, será el día de la apertura de la media veda de codorniz en las tierras vascas del sur y sobre todo en Castilla y León, zona predilecta por muchos miles de cazadores vascos para acudir con sus perros de muestra en pos de la pequeña ave africana.
Setter inglés, raza habitual entre las preferencias de los cazadores vascos. (Foto: J.A.A.)Entre los preparativos, sin duda el de mayor importancia es el del perro o perros, ya que de ellos dependerá el éxito o fracaso de esta parte de la temporada, y en la que normalmente son los primeros días los mejores para encontrar estas migradoras. Tres son los frentes a tener en cuenta; el aspecto sanitario, el físico y su estado anímico, entendido este último de una forma muy amplia y en la que caben tanto la relación con el dueño o el comportamiento, así como su adiestramiento y obediencia, asuntos que se construyen poco a poco con la complicidad de ambos, amo y perro, durante el día a día.
VACUNAS. Aunque su vigilancia sea necesaria durante todo el año, es en estas fechas cuando muchos cazadores actualizan las cartillas sanitarias de sus perros con la siempre necesaria visita al veterinario. Aunque la vacuna antirrábica no es obligatoria en Euskadi, sí lo es cada dos años en la vecina Castilla León, aunque muchos dueños, para evitarse cálculos o riesgos, vacunen a sus perros anualmente. La noticia surgida en junio pasado del primer caso de rabia canina detectado en España desde 1978 ha hecho aumentar algunos temores respecto a esta enfermedad, aunque sea un caso puntual y controlado, al tratarse de un perro que estuvo viviendo unos meses en el norte de África.
Al parecer, la enfermedad de la rabia estaría actualmente ubicada en animales salvajes al norte de Francia y al sur de Marruecos, por lo que la prevención siempre resultará una eficaz herramienta para aquellos dueños de canes más preocupados por este asunto. Luego están las vacunas periódicas para el perro que previenen ante diversas enfermedades como el moquillo o parvovirosis, muy frecuentes en los cachorros, además de la hepatitis o leptospirosis, la llamada “tos de las perreras”, la piroplasmosis o hasta el coronavirus canino.
Aunque sean nombres abrumadores, cada uno con sus consecuencias más o menos graves para el perro, el panorama suele ser mucho menos complicado siguiendo una pauta y un calendario en la que la visita al veterinario resulta fundamental. Son muchos los cazadores que optan por utilizar la vacuna trivalente (frente a moquillo, hepatitis y leptospirosis), o la tetravalente (las tres anteriores más la parvovirosis) o incluso otras denominadas polivalentes, que amplían aún más la gama de virus a combatir, inyectadas de una forma anual para los ejemplares adultos.
PARÁSITOS. Otros aspectos a vigilar, ahora que por fin parece que ha llegado y se ha asentado el verano con sus calores, son las pulgas y las garrapatas, dos huéspedes molestos para nuestro fiel aliado y que pueden complicar su salud. Las pulgas provocando lesiones en la piel y picores, dermatitis y anemias; y las garrapatas, esos pequeños arácnidos que pueden incluso provocar la temida leishmaniasis, mortal para el perro en su estado avanzado y que ha costado más de un disgusto a algunos cazadores.
La prevención pasa por utilizar pipetas antiparasitarias que se echan regularmente sobre el perro en lugares estratégicos, como la base del cuello; los cada vez más eficaces collares antiparasitarios; y también aerosoles y sprays, efectivos pero de duración más limitada. Y tampoco descuidar los parásitos internos que puede coger el perro, donde los más frecuentes son gusanos en el intestino. Comprimidos, jarabes e incluso pastas ayudarán a prevenir su presencia, aunque, de nuevo, lo mejor y más adecuado será visitar al veterinario para establecer un calendario de cuidados. El perro se lo merece.
J.ATXA
DEIA

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